Después de haber visto la entrevista que Jordi Évole, realizó en su programa Lo de Évole al popular cantante Miguel Bosé, he considerado oportuno expresar mi opinión al respecto.
En primer lugar, veo oportuno destacar que Miguel Bosé tiene más de tres millones de seguidores tanto en Twitter como en Facebook. Por lo tanto, las palabras que pueda decir el popular cantante en un canal televisivo, transforman mucho más que lo que pueda comentar mi vecina con su amiga cuando pasea su perrito.
Cabe decir que este señor, además de no aportar ningún argumento, se negó rotundamente a hablar con el epidemiólogo catalán Quique Bassat. Tuvo un momento de lucidez cuando dijo que él no era un profesional de la medicina, que él hablaba «con ciudadanía» y no tenía conocimientos suficientes para hablar con un epidemiólogo. Luego, se ensalzó diciendo que él podía hablar sobre música o sobre toros. Correcto, Zapatero a tus zapatos, pero entonces… ¿Cómo se atreve a negar una evidencia científica sin aportar ningún argumento y evitando un diálogo con un especialista? De hecho, hace tan solo unos meses, convocó una manifestación a la que ni tan siquiera acudió. Tomen nota sus incondicionales fans acerca de su inexistente compromiso y responsabilidad con aquello que piensa y defiende públicamente. Y volviendo a lo anterior: ¿Negacionismo o delirio? Déjenme que les presente un nuevo término: el síndrome Dunning-Kruger.
Partiendo de la base que todo lo que diga, tiene una repercusión social, me pregunto: ¿Este señor piensa realmente lo que dice? ¿?Es lo mismo pensar que creer? ¿Su estado de salud es óptimo? Seré más claro: ¿Realmente está desenganchado de las drogas? No me confundan, confío en la recuperación de cualquier persona, pero con la que está cayendo, no creo que sea una barbaridad reflexionar al respecto. Él mismo reconoce en el programa que durante 20 años estuvo consumiento diariamente 2 gramos de Cocaína, junto con marihuana y éxtasis. Y digo yo: ¿No existe la posibilidad que se le hayan quedado secuelas? Lo digo porque yo mismo, ahora estoy dejando ahora de fumar y no me extrañaría que más pronto que tarde acabara asesinando a alguien. Además, que queréis que os diga, Miguel Bosé me descolocó también con sus formas.
Por otro lado, lo que hizo este señor el otro día, se llama también cobardía: no mantener tus opiniones frente a alguien que te las pueda rebatir. Y no pienso retirar este calificativo porque él mismo, con sus palabrería desprecia el dolor, la muerte, el esfuerzo de la ciencia, los profesionales sanitarios y personal de servicios…No quiero ni imaginar el dolor que pueden haber provocado sus palabras en tantísimas personas. Poca broma, este hombre llamó Nazis a los científicos. ¿Y esto lo permitimos? Aún así y aunque me parezca un despropósito que un improvisado diga bobadas, considero mucho más preocupante que un canal televisivo emita esta entrevista y los medios de comunicación nos bombardeen a lo largo de un mes entero.
En cualquier caso, puede que el señor Miguel Bosé sufra el efecto Dunnimg-kruger. Se trata de un sesgo cognitivo en virtud del cual los individuos incompetentes tienden a sobreestimar su habilidad, mientras que los individuos altamente competentes tienden a subestimar su habilidad en relación con la de otros. Pues eso, el reconocimiento de la propia ignorancia es un presupuesto necesario para alguien que ame el saber. Por este motivo, dudo que en caso de haber aceptado el careo con el científico, esto hubiera tenido cierta repercusión positiva. Hace falta voluntad de escuchar, apertura al diálogo y al cambio de opinión. Cuando te sientas a dialogar, hay que tener la suficiente humildad para reconocer el error y avanzar, si cabe, hacia otra tesis.
En lo que respecta al periodista Jordi Évole, bajo mi punto de vista estuvo descafeinado, sin garra… Estoy de acuerdo con que un periodista debe respetar siempre la libertad de expresión pero a la vez considero que hay que morder cuando entran en peligro los derechos humanos: la vida de tantas y tantas personas. El laissez faire, en este caso, no es un buen consejero porque cuando hablamos de la pandemia, hablamos de muerte.
Hay gente diciendo que está bien que un programa entreviste a Miguel Bosé porque «aporta otro punto de vista» Para aportar un punto de vista hacen falta argumentos. Negar un hecho científico probado y que se ha cobrado un millón de vidas no es un «punto de vista». Puede que lo único bueno de este circo montado sea la pasta que hayan podido ganar unos pocos: productora, periodista y el señor Miguel Bosé que, por cierto, tiene problemillas de ricos con el dinero.
Señor Bosé, permítame dedicarle un refrán: es de bien nacidos, ser agradecidos. Un consejo. Póngase bien, señor Bosé y después, si sigue pensando igual, vaya a un terapeuta y llénese de silencio. Hágalo por los demás. Solo así volveré a escuchar sus canciones puesto que soy de aquellos a quienes le cuesta separar el autor de su obra.
Ah, por cierto, mi papá y mi mamá también fueron sedados con morfina, gracias a la acción de los médicos que detectan cuando el dolor o sufrimiento se vuelve innecesario. Y no, en absoluto, son asesinos ni Nazis. Son profesionales que usan la ciencia y los datos comp argumentos. Y ya no veo claro si usted es negacionista, está delirando o tiene ese conocido síndrome de Dunnimg-Kruger. Qué mal suena, como su voz y su poca humildad.