De camino al Instituto de Les Borges Blanques (Lleida) me planteé una actividad para realizar en la asignatura de Ética.
Nada más entrar nos pusimos a apuntar valores en la pizarra: vida, libertad, igualdad, justícia, amor, sexualidad, ternura…..Finalmente apuntamos unos 30 valores…
Llegado el momento de decidir, les dije que silenciosamente ordenaran los valores de más a menos importantes. ¿Qué creéis que sucedió? Cuando empezaron a hablar los chavales, me encontré con que gran parte de los alumnos habían puesto el valor de la independencia y la libertad por encima de los demás en orden de importancia…Realmente impactante. Yo me quedé callado y con cara de cabreado les dije: «Aleshores creieu que la independència és más important que la vida? Un alumno respondió: «Sergi, la vida es un valor que es sobreentén a l’igual que la dignitat». Immediatamente me acordé de unas palabras de Joan Fuster: «Els habitants de les catarates del Niàgara estan acostumats al soroll i per tant no se n’adonen» Con ésto, le expliqué al alumno que aquello habitual lo convertimos en normal y acabamos por no valorarlo. Yo me pregunto: Somos conscientes de lo peligroso que puede llegar a ser que no valoremos la vida?
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